lunes, 20 de abril de 2009

Hay que reencantar la relación médico-paciente

Eduardo Bastías Guzmán, médico cardiólogo, fue director del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, pero en la actualidad está dedicado a la docencia. Desde su perspectiva, la relación entre médico y paciente ha sufrido un importante deterioro, y la desconfianza es mutua. A continuación nos presenta un análisis de esta situación, nos explica cómo ha cambiado la visión del médico y cómo podemos revertirla.


- Al parecer, en el último tiempo, la visión que tenemos del médico ha cambiado. Ha quedado atrás el médico que visitaba la casa, y se ha desarrollado una visión mucho más impersonal.

Tradicionalmente, la sociedad ha tenido una imagen del médico que incluye respeto y confianza. Sin embargo, en la actualidad, pareciera que la opinión pública ha cambiado; de hecho, hay estudios realizados por el departamento de psiquiatría y salud mental de la Universidad de Chile, sobre cómo los médicos percibían su propia imagen y, en un alto porcentaje de respuestas, nos quejábamos porque hoy día ya no se les tiene la confianza y el respeto que tradicionalmente han merecido.

- ¿Qué factores han ensuciado esta imagen?

Creo que esto se debe a factores que dependen de los médicos y a otros factores externos. En cuanto a los factores externos, uno de ellos ha sido lo que está muy de moda: las demandas por negligencia. El problema es que la salud y el organismo del ser humano son muy complejos, entonces, las personas estiman que cuando ha existido un resultado no favorable se debe a una culpabilidad o a un hecho catalogable como negligencia, cuando la mayoría de las veces es parte de lo que puede suceder. Hay que comprender que un diagnóstico médico está basado en los elementos que se tienen a mano; el médico tiene que valerse de sus propios sentidos, y de medios de apoyo, para llegar a un diagnóstico, pero todos son medios indirectos, de modo que siempre va a caber la posibilidad de error, tanto por la complejidad o rareza de una enfermedad, o porque no se manifiesta en la forma habitual.

- Hay casos emblemáticos, como el apendicitis.

Buen ejemplo. Las personas piensan que no diagnosticar de inmediato un apendicitis es una negligencia y eso no es efectivo, porque se piensa que el apendicitis es una enfermedad muy sencilla y fácil de corregir, y sin embargo, en la literatura mundial se sabe que un 20 por ciento de las apendicitis se operan cuando ya están complicadas, y eso es porque el apendicitis no siempre se manifiesta con sus características típicas, y que se complique es cosa de horas, y no puede ser considerado como un caso de negligencia. Esto que tomamos por ejemplo, es algo que ha proliferado en forma alarmante y, de alguna forma, los medios de comunicación tienen también responsabilidad, pues no difunden la noticias de una ‘presunta negligencia’, sino que inmediatamente la califican como ‘negligencia’: “médico acusado de negligencia”, “hospital tanto, acusado de negligencia”, etcétera.

- Pero claramente existen casos de negligencia...

Cuando se analizan estos hechos, aparentemente delictuales, en un alto porcentaje el médico es declarado inocente, lo que en la sociedad provoca, además, una sensación que existe cierta confabulación entre el Poder Judicial y los médicos, y la verdad es que son inocentes porque se determina que no tuvieron responsabilidad.

- Pero hay otro factor más importante que las negligencias, y es el deterioro en la relación médico- paciente. Antiguamente el médico era de familia, y no sólo atendía las enfermedades del padre o de la madre, sino también veía a los hijos, amigos y familiares, lo que incluso creaba un lazo de amistad... En algunos casos, incluso iban a las casas...

Claro, las visitas médicas a domicilio. Hoy en día eso también ha cambiado, y ha cambiado porque la complejidad de los nuevos tiempos, acompañado de los avances tecnológicos, han provocado que el médico se especialice en una sola parte del cuerpo humano, entonces ya no tienen ese manejo global que tenía el médico de familia, cuando los conocimientos de medicina eran menos complejos.

Hoy en día, las asistencias médicas a domicilio han reemplazado al médico que visitaba las casas. Imagínate ahora con los avances médicos, ante un problema al corazón, llega todo un equipo, dan oxígeno, hacen electrocardiogramas, ya no basta el doctor y su maletín.

ÉTICA Y REGULACIÓN

- ¿Quién regula a los médicos? No existe una lista oficial con el registro de nombres, llegan muchos profesionales extranjeros, ¿Cómo saber si alguien es médico?

Claramente existe una falta de regulación, lo que también deteriora la relación entre los médicos y la sociedad.

- ¿No pasa lo mismo con la apertura de escuelas de medicinas en universidades privadas?, es decir, que la gente piense que es muy fácil entrar a estudiar medicina.

Ahí hay un error, porque las escuelas de medicina de universidades privadas tienen sus requisitos para ingresar, es decir, no entran sólo las personas que tienen dinero para pagar, sino que tienen que tener un puntaje de PSU alto, y ese es un requisito inamovible.

- Quizás otro factor de alejamiento de los médicos y la sociedad es que se han convertido en médicos-empresarios, abriendo nuevas clínicas...

No creo. Cuando un grupo de médicos se junta y crea una empresa relacionada con salud, ¿en qué mejores manos pueden estar estas empresas, si no es en las manos de los propios profesionales de la salud? Obvio que hay utilidades, pero detrás hay claramente un afán de servicio. Piensa que quién mejor que un médico para cubrir las necesidades de sus pacientes, además que se puede fiscalizar el cumplimiento de los objetivos.

- ¿Qué debilidades ve en el actual plan AUGE?

Bueno, fíjate que una de las debilidades es que existirán médicos específicos para atender enfermedades ‘Auge’, lo que significa que el médico que acostumbraba atenderme, tendrá que ser reemplazado por el que me indique el sistema, y ahí si que se presenta un distanciamiento.

- ¿Qué deudas ve pendiente en nuestra región?

Me parece que, a grandes rasgos, la región no posee una gran deuda; nuestros centros médicos están a un altísimo nivel de competitividad en relación con tratamientos complejos, pero solamente estamos en un nivel de desarrollo, la que hay que llevarla con mucha prudencia para que el crecimiento no provoque problemas. Creo que, en general, no tenemos deudas, salvo, claro, todas las necesidades que no están cubiertas, porque hoy en día no existe ningún servicio de salud en el mundo que sea capaz de cubrir todas las necesidades, las cuales se tienen que ir solucionando en forma progresiva e integral.

- ¿Cómo se re encanta esta relación médico- paciente?

Debe existir una voluntad de las dos partes. El médico debe interesarse más por sus pacientes, dedicar, quizás, más tiempo a tratar y escuchar sus problemas. Por otro lado, la sociedad debe comprender mejor la labor del doctor; entender que nos podemos equivocar, pero que siempre existirá un fin único, que es dar bienestar a quien busca una solución.


Publicado originalemnte en Tell Magazine.

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